Llueve
y tú y yo
dibujamos
peces de tiza,
caricias todas
contra el suelo
duro
contra el aire
seco
contra las heridas
de las grietas
del cemento
de mi alma
que, a veces, hasta es leve
como tú
como tu risa
llena
del cielo
que taparon las nubes.
Llueve
Nadan los peces
El barquito
en el mar de la tiza
navega
desafiante
junto al árbol
y al coche
y al garabato
que se ha quedado quieto
por esperarte a tí.
¿Llueve?: «¡No!»
«¡Hace sol, es de día! -gritas tú-
El cachorro
se ovilla
al lado de su padre
que no sabe
muy bien
qué hace ahí
ese rebujo
anhelante,
reclamando caricias,
justo,
donde hace un segundo
apenas
había
nada.
Llueve
Está tu aliento
lleno
de gotas pequeñísimas
de ese aire que
llueve, tibio
suave,
para esta
primavera
inconsciente
de los peces
de tiza…
marzo 27, 2006 en 1:49 pm
Qué delicia de poema. Surca el tiempo de su lectura como esas gotas pequeñísimas que menciona.
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marzo 27, 2006 en 2:52 pm
Gracias Jabber. Habrá que celebrar esta primavera inconsciente, digo yo. I
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marzo 29, 2006 en 12:29 pm
Frescura en el aire de primavera,
como en las palabras de tu poema,
desencadenando en cascada imagenes con la fuerza vital de la ternura.
Poderosa energia protectora del mas leve resquicio de duda que, cuando puede, se alimenta de la fragilidad del alma.
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marzo 29, 2006 en 2:02 pm
At ¡qué sorpresa! y qué bonito regalo. Desde luego Deli y tú quedáis fichadas si algún día publico algo….
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abril 4, 2006 en 3:19 pm
Me fascina ese contraste: el dibujo infantil y sencillo desafiando a las gotas de lluvia. ¿Cómo es capaz de permanecer sobre el asfalto a pesar del agua?
A partir de aquí se me plantean muchas preguntas:
¿No es precisamente agua lo que necesitan los peces?
¿Por qué a pesar de la lluvia el aire está seco?
¿Es quizá la lluvia equivalente al aliento que desprende esa segunda persona «lleno de gotas pequeñísismas»?
¿Es quizá este poema un retorno a los sueños infantiles, al cariño del ser protector y al placer de la eterna primavera?
Me gusta mucho el poema, sobre todo porque parece sencillo por las imágenes que utiliza pero invita a pensar.
¡Ah! recuerda lo que te dije del agua (y los peces). Se podría hacer una tesis con todos los usos que le das.
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abril 10, 2006 en 11:24 am
DEli , mi niña,no había leído tu comment hasta hoy. No sé porqué pero se me pasó. Tienes razón con lo del agua la verdad es que ese está convirtiendo en uno de mis iconos inconscientes que tú tan bien sabes desentrañar. Lo de los peces es sencillo: hay un tempo y un mar de tiza (seca y aire seco) que los cobija. De repente el aire se llena de gotas finitas, de esas que casi no son lluvia,El contraste que quería dar es ese seco húmedo sueño, realidad, ternura y cemento levedad y pesadez. Muy bien visto Deli. Y nuevamente muchísimas gracias
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