Tierra Iubi. Mar de Iubira…

La mar de ideas. Cuentos y poemas del Delta, la Duna y el Páramo


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De cuando me encontré a la Liebre de Marzo

Me gustaría ser mayor y hablaros
de cuando me encontré a la Liebre de Marzo
-siempre eran las seis-
Me gustaría-digo-
no haber descubierto
qué es lo que hace a las personas agrias o dulces
y ser más exigente en cuestión de estatura
pues si siete centímetros es
sin duda, algo pluscuamperfecto para una oruga fumadora
no esta bien para nada
en una niña de mi edad
que lleva media vida
aprendiendo a crecer y encogerse
y a olvidarse los limericks o a sustituirlos
en pro de sus neuronas; aún
a riesgo
de su propia cabellera.
Hubiera sido estupendo
descubrir mucho antes
que la duquesa y la reina
jamás fueron niñas
y que quizás por eso
andaban tan obsesas con todo lo afilado
Sería un gran alivio
salir del tunel un día
servirse un té con pan y mantequilla
y descubrir que ser razonable
es una obligación que pertenece a otros.
Todo esto os contaría
si, como dije antes,
fuera mayor
y pudiera deciros
lo que ocurre
cada vez que me encuentro
con la Liebre de Marzo
siempre , siempre a las seis.