Tanta es la urgencia quieta de las flores
Que recurren sin dudarlo a las abejas
Entregan lúbricos ríos de néctar
Promesas de miel , jadeante polen
Abren desvergonzadas corolas a los pájaros ¡ Ah, los colibríes!
Tientan a mariposas de alas suaves
Seducen a pudorosas mariquitas
A abejorros sin número
A pulgones, a hormigas , a dedos y a narices
Les palpita la savia
¡Es tanta la urgencia quieta de las flores !