Ser de arena
hundirse bajo el peso de los cuerpos de otros
de los pies de otros
de la otra arena duna
Imparable
Avanzada
Desierta
hundirse bajo el peso de los cuerpos de otros
de los pies de otros
de la otra arena duna
Imparable
Avanzada
Desierta
Llenar ombligos
Burlarse del sapo y del cangrejo
incomodar botas
Burlarse del sapo y del cangrejo
incomodar botas
Pedir otra ola
Y otra
abandonarse surcos
poblar las grietas esperadas
Huir por la cintura de un reloj
de prisa
de las rendijas de tus dedos
febrero 12, 2006 en 8:20 pm
«Ser de arena» me ha encantado. Esa dilución del Yo en el todo trae evocaciones de mística oriental. Qué hermosas palabras.
«El arte de olvidar» me resulta desasosegante, pero me parece estupendo en la forma.
«principios» apunta una esperanza, una reconciciación con el ayer y con el ahora.
«La pecera» es muy divertido. Es verdad que podrían ser personajes del Almodovar más castizo. Y tu observación podría ser el marco de una novela. ¿? 🙂
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febrero 13, 2006 en 2:36 pm
Dicen que si frotas con el arco de un violín una plancha sobre el que se exiende arena, ésta comienza a adoptar formas geométricas debido a las vibraciones. Quizá la arena de este poema necesite esa música que estrcuture su existencia. Es una pasada de poema.
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febrero 13, 2006 en 2:43 pm
El arte de olvidar ¡descorazonador!
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febrero 13, 2006 en 4:16 pm
A veces, con la mirada perdida en las formas caprichosas de la arena y esa lengua de ola que la seduce, me he dejado transportar hacia la ambigüedad que sugiere lo efímero y lo fácilmente moldeable.
Tú, con tus palabras, con esa fuerza expresiva que realza las ideas, o en este caso a mi imagen mental, has conseguido un poema plástico, que encierra lo fácilmente moldeable del ser arena. Sugiere y mucho. Es caprichoso en forma y esencia.
En los otros poemas hay mucha iubi, caras poliédricas que no dejan de sorprender. ¡Es fascinante! Es un juego que atrapa, seduce, elegantemente sutil.
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febrero 14, 2006 en 9:59 pm
Huyyy, que me acabo de poner coloradiiita.
Os había puesto un comment más largo pero se ha ido al cielo de los bytes por obra y gracia de Windows Xp y la cibermadre que lo trujo.
Resumo: Gracias por pararos a leer y a valorar.
Ser de arena es, con mucho, el poema que más me gusta de los tres, es el poema más en serio.
Los otros dos son más de andar por Iubi
El arte de olvidar, como dices tú Deli, es descorazonador, desasosegante, casi un despoema por que ni se sabe acabar de tan destodo a trompicones.
Principios es un recuerdo a todas las Iubis que me precedieron. Con ellas tengo una deuda pendiente. Si la llego a saldar, el poema acabará del todo.
En cuanto a La pecera: es un hipérbaton. Será por lo deformante del cristal.
Chicos, gracias por todo. Besos,Iubi
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febrero 16, 2006 en 6:51 am
«El arte de olvidar» rememora la trilogía anterior. De nuevo ese espacio doméstico y ese jugar con el agua. Otra vez la abstracción del hablante durante el «pasa-tiempo» del agua. Ddespués de leer Joon, parece que el agua es sólo un juego para mantener la mente ocupada, y siempre tiene propiedades extrañas (en «Joon» peces vertidos por todas partes y aquí las burbujas del jabón surgen de su cabeza). Ese escribir las cartas dos veces es insistir en lo consciente: «¡en la mente no tiene porque haber burbujas, sino un cerebro!», parece repetirse la hablante. Sin embargo las burbujas, lo nacido de modo involuntario vuelve apoderarse de la mente. Por eso cuando se observa a sí misma en el espejo fiel reconoce su propia incapacidad. El 3er poema de la trilogía presentaba a una mujer que se creía consciente de su entorno y de su yo (lo cual no cuadraba con sus actos inconscientes en «Joon»). Aquí parece haber descubierto que sus actos involuntarios pueden sobre sus intentos conscientes (regar las plantas o fregar la vajilla). Parece que aún le queda por dar un paso más, aunque no sabemos en qué dirección.
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febrero 16, 2006 en 4:30 pm
Wow! Nunca me habría parado a pensar en todo esto si tú no me lo hubieses puesto ante los ojos. El dia que escriba un librito de poemas, te voy a pedir que me hagas la introducción. ¿Quién mejor? Me estás conociendo como escritora mejor que yo, porque puedes distanciarte. Lo que dices me sorprende, me anima a volver a leer y me da ánimos -muchos- porque me hace sentir como gente. Besos y muchísimas gracias por tu tiempo y tu cuidado. Iubi
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