No me sirvió ni lluvia ni amargura
ni rechinar, ni pozo, ni costado
No me sirvió arrebol, torcaz, rodado
no me sirvió la hiel de la locura
Supe de mi muy poco, rúa oscura
busqué palabras con que acariciarte
tejí, deshice, esperé sentada
convertí la paciencia en todo un arte
No me sirvió ratón, ya me roía
quería otras palabras otras, otras
pensaba en las palabras, no sabía
Paraguas fue llover, vela fue cera
baticola y yembé fueron muy lejos
y arroyo dejó paso a torrentera
No encuentro la simiente
Perdí el troqueo, el yambo, la balada
acudí al pozo, y no había nada
agosto 28, 2012 en 7:46 am
Con la venia (sin perdón) De mi querido Rafael Ramos. Dedicado a Enrique Blanco Rodríguez. Zíngaro jefe.
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